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José Tenorio Iglesias es Licenciado en Psicología por la Universidad de Sevilla en 1982. Especialista en Psicología Clínica. Funcionario de la Diputación de Sevilla, trabaja desde 1986 en el ámbito clínico de las Drogodependencia y Adicciones, donde ha ejercido como psicólogo dentro de un equipo interdisciplinar de tratamiento ambulatorio. Actualmente es el Director del Centro Provincial de Drogodependencias, dependiente de la Diputación de Sevilla, que coordina los recursos de la provincia dedicados a la atención socio-sanitaria, incorporación social y prevención en materia de adicciones.

 

Vinculado al COP Andalucía Occidental desde 1982, ha sido Vocal de Psicología y Drogodependencias desde 1992 a 2001; Tesorero de la Junta de Gobierno desde 2001 a 2011; y Vicedecano desde 2011 a la actualidad.

 

VICEDECANO, COMO EXPERTO QUE ES EN ADICCIONES, ¿CUÁLES SON LAS ADICCIONES MÁS HABITUALES EN LA SOCIEDAD ACTUAL?

 

En la sociedad actual se está dando un amplio abanico de adicciones, unas asociadas a sustancias y otras a determinados comportamientos y emociones. Por eso se habla de adicciones con y sin sustancias, aunque en todas subyace una conducta adictiva. Las adicciones sin sustancias van tomando relevancia e interés y, a las ya más conocidas como la adicción al juego o a las compras, se unen otras más ligadas a la tecnología y redes como la adicción al móvil o a internet. Respecto a las adicciones a sustancias las más prevalentes en la población general siguen siendo las originadas por el tabaco y el alcohol, le siguen la adicción a la cocaína, la heroína el cannabis y los psicofármacos.

 

¿CUÁNDO SE PUEDE CONSIDERAR UNA ADICCIÓN?

 

El término adicción se ha generalizado tanto durante los últimos años que me atrevería a decir que se ha banalizado en su concepto. Hablamos de conducta adictiva cuando ésta se realiza de una manera dependiente y repetitiva a pesar incluso de ser reconocida por la persona como claramente perjudicial, con una pérdida de control, malestar extremo cuando no se puede realizar y mantenida en el tiempo a pesar de sus consecuencias negativas.

 

LAS ADICCIONES COMIENZAN CADA VEZ A EDADES MÁS TEMPRANAS ¿CÓMO SON LOS CASOS DE NIÑOS Y ADOLESCENTES?

 

Los especialistas preferimos hablaren el caso de los más jóvenes de consumos problemáticos o perjudiciales ya que en la mayoría de casos no puede hablarse aún de una adicción consolidada y suelen presentarse además con la presencia de desajustes educativos, familiares, grupales, etc.

 

Los consumos más frecuentes en los jóvenes son, por este orden, el de alcohol y tabaco según la última encuesta ESTUDES realizado con chicos y chicas de 14 a 18 años a nivel estatal. Le sigue el consumo de cánnabis y a mayor distancia los hipnosendantes y la cocaína. Respecto al consumo de tabaco en menores y jóvenes destacar el riesgo de iniciación en el mismo que tienen las actuales cachimbas. Inhalar en cachimbas se está convirtiendo en una práctica extendida por parte de grupos de jóvenes contando con la falsa idea de padres y madres que no entraña riesgo adictivo. Sin embargo el producto que se vende para estas inhalaciones suele estar compuesto por tabaco, aunque quede enmascarado por sabores y aromas que no se identifican con su combustión.

 

Tampoco se puede olvidar la presencia en jóvenes de conductas adictivas sin sustancia, principalmente al móvil y a internet, destacando en este medio la proliferación de los juegos con apuestas. Van creciendo las consultas a este respecto y se abren nuevas perspectivas de intervención en el plano psicológico y familiar.

 

¿CUÁL ES EL MEJOR CONSEJO DE TERAPIA FAMILIAR QUE SE PUEDE DAR A LOS PADRES DE ESTOS MENORES?

 

Siempre es conveniente mantener comunicación e información con los hijos. En la mayoría de las ocasiones los padres son los últimos en enterarse o ser conscientes del problema que se ha generado en sus hijos. Evidentemente hablando de menores la actividad más frecuente es la prevención y detección precoz de comportamientos que puedan convertirse en adictivos.

 

Una buena combinación de comunicación padres/madres-hijos/as, información sobre riesgos y reforzamiento de valores relacionados con el autocontrol y autocuidados saludables son la mejor base para la prevención de los menores. Sobre esa base se puede actuar también mucho mejor cuando se detecta una amenaza real de consumo o comportamiento susceptible de convertirse en adictivo.

 

También es siempre una buena orientación el establecimiento de límites desde pequeños a los hijos en todo lo concerniente a elementos que puedan ser perjudiciales en su salud y su desarrollo.

 

¿QUÉ PAPEL JUEGA EL PROFESIONAL DE LA PSICOLOGÍA EN ESTAS TERAPIAS?

 

El papel que ocupa es fundamental. El profesional de la Psicología aplica técnicas propias en la recuperación de un comportamiento como el adictivo donde existe un componente psicológico indiscutible. Con estas técnicas básicamente ayuda a las personas a interrumpir la conducta adictiva, actuando sobre la motivación y el autocontrol, y a potenciar conductas y habilidades alternativas que le permitan mantener la abstinencia y prevenir recaídas.

 

Esta intervención cobra mucho más valor cuando se realiza dentro de un tratamiento integral de naturaleza biopsicosocial, que es el enfoque válido en las adicciones evitando así reduccionismos y tratamientos parciales.

 

LAS DROGAS HAN VARIADO EN LOS ÚLTIMOS AÑOS Y APARECEN LAS CONSIDERADAS DE DISEÑO, EL TABACO, EL ALCOHOL,... ¿UNA BUENA TERAPIA PSICOLÓGICA PUEDE ACABAR CON ESTAS ADICCIONES?

 

Evidentemente no dejan de aparecer nuevas drogas o combinaciones de sustancias debido fundamentalmente a la producción química clandestina vinculada al narcotráfico. Por ello hay que mantener permanentemente informada a la población sobre las nuevas sustancias y, lo que es más importante, promover actitudes preventivas de alerta ante ofrecimientos potencialmente perjudiciales.

 

Pero también observamos el peso que siguen teniendo las sustancias que ya conocemos bien, como el alcohol, el cánnabis o la cocaína, y cómo lo jóvenes siguen acercándose a ellas aunque con pautas distintas como es el caso del alcohol. Estas son las sustancias que más casos de nuevos tratamientos ocupan en nuestros centros sin olvidarnos de la heroína, que hace tiempo que dejó los primeros puestos pero que sigue estando ahí.

 

CONTAR NUESTRO CASO EN PÚBLICO... ¿LA TERAPIA DE GRUPO ES UNA DE LAS SOLUCIONES ANTES LAS ADICCIONES?

 

Podemos decir que las terapias de grupo son "un clásico" en las adicciones, sobre todo en las personas con problemas de alcohol. Las terapias de grupo tienen el valor añadido del refuerzo y compromiso con el grupo, además de utilizar el beneficio de la comunicación interpersonal. Pero en adicciones no existe ninguna panacea y esto hace que en otros perfiles de adicción sean más difíciles de aplicar. Por otro lado vemos igualmente que su efectividad puede depender mucho del contexto donde se realicen, ya que cuando se utilizan con personas ingresadas (como es el caso de las Comunidades Terapéuticas) las terapias de grupo cobran un valor que las hacen imprescindibles.

 

¿LA ADICCIÓN TIENE CURA COMPLETA? ¿CÓMO SE DEBE COMBATIR LA TEMIDA RECAÍDA?

 

Podemos decir que es posible una recuperación de la adicción, es lo que justifica nuestro trabajo y así lo observamos. Y para ello hay tratamientos médicos, psicológicos y sociales que se aplican en diferentes tipos de recursos. Pero no debemos olvidar que la base de todo éxito es la decisión y puesta en práctica de un cambio personal. Nada se consigue sin esfuerzo y actitud de cambio, a lo que hay que sumar la ayuda técnica y del entorno de las personas.

 

Respecto a la recaída, todos los que trabajamos con las adicciones sabemos que es siempre una posibilidad. Eso hace que su prevención o evitación sea una parte muy importante de los tratamientos. Más importante que conseguir la abstinencia es mantenerla y adaptar el estilo de vida a ello. Es difícil sintetizarlo en pocas palabras pero para combatir la recaída hay que mantener relaciones y comportamientos alternativos a los vinculados con la adicción y, lo que es muy importante, saber identificar a tiempo situaciones de riesgo poniendo en práctica maniobras de escape y de petición de apoyo o ayuda.