Estimados/as colegas de profesión:
Desde que comenzó la actual crisis debida a la pandemia por COVID-19, nuestro Colegio ha estado trabajando de manera excepcional para cumplir con su función en la nueva situación generada. Y decimos excepcional porque la situación está siendo de excepción, sin precedente alguno, y no es fácil asumir responsabilidades casi a contrarreloj bajo la presión de los acontecimientos y las peticiones que se han ido recibiendo.
En un primer momento, nuestro Colegio se centró en ofrecer mensajes desde la profesión a través de comunicados y documentos dirigidos a la población en su conjunto e intervinientes. En ellos hemos querido aportar desde la Psicología orientaciones para afrontar la nueva situación y reducir riesgos de afectación psicológica.
Paralelamente, adoptamos en todas las instalaciones colegiales las máximas medidas de prevención de contagios, cerrando las mismas a lo presencial y desarrollando toda la actividad a través de teletrabajo y plataformas digitales. En este sentido y gracias a la disponibilidad y profesionalidad de nuestro personal se ha mantenido sustancialmente el funcionamiento colegial, contando además con el añadido de la sobrecarga por la crisis. También es obligado reconocer la enorme comprensión y colaboración de todos los colegiados y colegiadas en esta tarea.
Desde el principio tuvimos claro, no solo la necesidad de la aportación de nuestra profesión en esta crisis, sino la oportunidad que suponía para incrementar su implantación en los servicios públicos y sociedad en general como consecuencia de dicha necesidad. En este sentido y respetando los momentos de la crisis, con sus presiones añadidas, nos propusimos una estrategia de colaboración y a la vez de reivindicación para que se contara más y mejor con la Psicología como profesión. No hemos olvidado en ningún momento que somos un Colegio Profesional y como tal, nuestros fines principales son la representación, defensa y promoción de la Psicología como profesión.
En este contexto de crisis recibimos por parte de la Junta de Andalucía, a través de sus Consejerías de Políticas Sociales y de Salud y Familias, una petición específica de colaboración, a través de un servicio telefónico, para apoyo y orientación psicológica breve a intervinientes y familias. Esta petición se estudió con el consiguiente cuestionamiento de pros y contras, y finalmente se accedió a la misma, dando así respuesta, además, al empuje de muchos colegiados y colegiadas que se ofrecían y demandaban una intervención solidaria a través del Colegio. En concreto tuvimos un ofrecimiento de quinientos colegiados/as.
Las principales consideraciones para esta respuesta favorable fueron, por un lado, que la petición venía directamente de Consejerías muy relevantes en la futura empleabilidad de psicólogos/as y así se dejó de manifiesto a sus responsables. Por otro lado, los tiempos de decisión eran limitados y dar una negativa o supeditarla a condicionantes que la demoraran, seguramente habría propiciado que este espacio fuera ocupado por otras iniciativas ajenas a nuestra profesión.
Y ello además porque considerábamos también que esta intervención nunca podría suplir a un tratamiento psicológico. Siempre se entendió este servicio telefónico como una actividad muy coyuntural y por tanto con una duración muy reducida en el tiempo dentro del periodo de la crisis.
Finalmente, esta colaboración se supeditaba a un compromiso con los responsables políticos para estudiar el reforzamiento y la ampliación del ejercicio de la Psicología como profesión en el periodo tras la fase aguda de la crisis, que es donde verdaderamente situábamos la oportunidad de desarrollo profesional.
De hecho, nuestro Colegio ya ha elaborado un documento a solicitud de la Consejería de Salud y Familias, con propuestas concretas para el "Plan Funcional de la Desescalada en la Actividad Sanitaria de Andalucía". En dicho documento se aboga entre otras cuestiones por el reforzamiento en las plazas de psicólogos/as en Salud Mental y la puesta en marcha de atención psicológica en Atención Primaria, la creación de programas de tratamiento psicológico específico post-covid-19 en colectivos dianas como personal interviniente, personas mayores, familias en duelo, menores o discapacitados. Y todo ello ofreciendo el conjunto de consultas privadas sanitarias de Psicología como apoyo financiado por la Administración de este incremento de tarea en el sector público.
Por tanto, nunca hemos apostado por un ejercicio voluntario de la profesión. Sería absurdo e incompatible con un Colegio Profesional. Solo hemos colaborado solidariamente con la sociedad en un momento agudo de la crisis, poniendo en valor la profesión y nuestra interlocución con la administración pública andaluza. Otros Colegios Sanitarios han hecho exactamente lo mismo.
Somos conscientes del perjuicio que esta crisis ha supuesto para el conjunto de consultas de psicología en general y para muchos/as colegas en particular. El Colegio siempre ha sido sensible a esta coyuntura y, de hecho, quiere estar al lado de sus colegiados/as. En este sentido, hemos realizado ya un sondeo para valorar situaciones y estudiar posibles apoyos. Simultáneamente, hemos acometido un importante recorte en la actividad colegial este año para poder liberar fondos encaminados a un conjunto de medidas que ya se irán anunciando, y que directa e indirectamente perseguirán una pronta recuperación de la actividad. Recientemente ya hemos anunciado la contratación de una plataforma gratuita para nuestros/as colegiados/as dirigida a facilitar el contacto de cliente/usuario/paciente con el/la profesional de un modo online.
Aprovechamos la ocasión para informar de que los diferentes encuentros y contactos que hemos mantenido desde hace un tiempo los dos Colegios de Andalucía con la consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación de la Junta de Andalucía también han empezado a dar sus frutos al anunciar la consejera hace unos días en sede parlamentaria el compromiso de incluir la atención psicológica como prestación garantizada del Catálogo de Servicios Sociales Comunitarios de Andalucía. La ciudadanía podrá así disponer de un servicio público fundamental, como es la atención psicológica de intervención social, a cargo de los/as profesionales de la Psicología, tal como hemos solicitado a la consejería tanto de forma individual como conjunta con nuestro Colegio Profesional homólogo en Andalucía Oriental.
En cualquier caso, comprendemos el nivel de frustración que pueda existir en la profesión y la mirada crítica al Colegio, escuchando y respetando profundamente todas las opiniones como no podría ser de otra manera. Sí nos gustaría decir que esta Junta de Gobierno (y con ella todas las personas comprometidas en el funcionamiento del Colegio) está trabajando con la máxima intensidad, lealtad a la profesión y coherencia con sus responsabilidades en esta crisis que nos ha correspondido gestionar. Para ello quiere seguir promoviendo la unión de fuerzas y conjunción en todo el Colegio, porque tenemos el convencimiento que las principales contiendas que necesita librar la profesión están fuera y no dentro.
Nos une la misma profesión y un único Colegio, y solo desde la suma de esfuerzos se podrán conseguir logros estables.
José Tenorio Iglesias
Decano del COP de Andalucía Occidental.