Presentación
El cine y la Psicología se vienen influyendo mutuamente desde hace muchos años, por eso, no es raro encontrar películas en las que se habla sobre los trastornos o dificultades trabajadas desde la psicología.
El cine tiene una función social muy importante, pues permite dar a conocer, sensibilizar o desmitificar los trastornos psicológicos o determinadas situaciones con repercusiones de tipo psicológico en el individuo (por ejemplo la muerte de un ser querido y el duelo).
El cine es un arte que permite a los humanos revivir experiencias, traumas, sueños, emociones y permite aprender, identificarse, reconocer determinadas situaciones y deseos…
Desde la psicología se han estudiado los procesos que tienen lugar cuando miramos “la gran pantalla”. Así, estos estudios ponen de manifiesto que el cine nos gusta porque:
- Nos permite afrontar los cambios.
- Nos expone a nuestros miedos.
- Nos ayuda a solucionar y enfocar los problemas.
- Nos permite la descarga emocional.
- Nos asombra, conmueve, inspira y motiva.
- Sentimos placer.
- Desarrolla nuestra creatividad.
- Nos identificamos.
- Nos contra-identificamos.
- Nos permite proyectar.
- Nos evadimos.
- Nos ayuda a reflexionar sobre cuestiones vitales, espirituales o existenciales, lo que hace aumentar nuestra capacidad de pensamiento crítico y a replantearnos ciertas actitudes que tengamos.
- Fomenta las relaciones sociales.